La economía sudafricana
Desgraciadamente, este crecimiento no ha conducido automáticamente a una reducción de la pobreza. Por el contrario, ha aumentado el número de personas que viven por debajo del umbral de la pobreza. Esto se debe en parte a que África tiene la mayor proporción de jóvenes, muchos de los cuales están desempleados, del mundo.
Las deficiencias fundamentales del sector agrícola han impedido una reducción generalizada de la pobreza y la desigualdad rurales, dejando a muchos pequeños agricultores atrapados en la pobreza. En particular, se trata de la falta de acceso seguro a la tierra, al crédito y a los mercados, sobre todo para las mujeres y los jóvenes.
No obstante, las economías de la región están evolucionando y están surgiendo oportunidades. La fuerte inversión procedente de las remesas y el floreciente sector privado, así como una creciente clase media, proporcionan recursos e impulsan la demanda.
Sin embargo, hay diferentes niveles de progreso en términos de desarrollo, crecimiento económico y transformación rural sostenible. Algunos mercados más desarrollados, como los de Sudáfrica, cuentan con cadenas de suministro e infraestructuras relativamente sofisticadas. En otros, las largas distancias y el aislamiento suponen obstáculos que impiden a los pequeños agricultores acceder a los mercados y a los consumidores urbanos y, por tanto, aumentar sus ingresos.
Vino de Sudáfrica
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Sudáfrica tiene una oportunidad importante, pero ignorada, de ampliar la producción de productos agrícolas de alto valor que requieren mucha mano de obra y están orientados a la exportación. Existe una amplia y creciente demanda mundial de estos productos. Hay que abordar varias limitaciones del lado de la oferta, como el uso de la tierra; la inversión pública en riego, insumos agrícolas e I+D; la financiación del desarrollo; y los costes logísticos y la calidad. Podrían crearse unos 300.000 puestos de trabajo directos e indirectos, que beneficiarían sobre todo a los más pobres: las mujeres rurales de las antiguas tierras de origen
Mientras Sudáfrica busca intervenciones que puedan generar empleo a gran escala, llevar a cabo una transformación estructural y racial y aumentar las exportaciones, se “esconde a la vista” una oportunidad fundamental para alcanzar estos objetivos. Existe una oportunidad a gran escala, pero que se ha pasado por alto, de promover el crecimiento de una serie de productos agrícolas de alto valor que son a la vez intensivos en mano de obra y orientados a la exportación.
Sequía en Sudáfrica
Mercado: El sector agrícola sudafricano es uno de los más diversos del mundo, ya que consta de sistemas de cultivo intensivos y extensivos, tanto corporativos como privados, que incluyen la producción de verduras, frutas, frutos secos y cereales. El bien desarrollado sector agrícola comercial de Sudáfrica es la columna vertebral de la economía agrícola del país y en 2020 mostró la mejor tasa de crecimiento de todos los sectores económicos, con un 13,1%.
Clima: El clima sudafricano oscila entre el subtropical y el mediterráneo, lo que permite una multitud de oportunidades agrícolas. La biodiversidad del país garantiza que productos como los cereales, la fruta y el vino se exporten y sean preferidos por su excepcional calidad. En Sudáfrica hay una creciente demanda de mejora de la agricultura de subsistencia o de la agricultura informal a pequeña escala.
Como el sector agrícola está impulsado en gran medida por las exportaciones, está protegido contra el impacto negativo de una importante rebaja del crédito, pero los agricultores son susceptibles de sufrir el aumento de los costes de los préstamos, la depresión de la demanda local y las autorizaciones de importación de animales y plantas extranjeras.
El declive de Sudáfrica
Para la mayoría de los subsectores agrícolas, Sudáfrica está saliendo de uno de los mejores años. En la temporada 2020/21 hubo cosechas abundantes de cereales, oleaginosas y algunas frutas. Esto impulsó los ingresos de exportación y mejoró los ingresos agrícolas, especialmente en el caso de los cereales, donde la gran cosecha coincidió con precios más altos.
Por lo tanto, el año que viene podría ser financieramente costoso para la comunidad agrícola si los daños a los cultivos resultan ser extensos. La devastación que se está produciendo es otro recordatorio de que el cambio climático está provocando patrones meteorológicos imprevisibles.
Ambas iniciativas requerirán la participación del sector privado para tener éxito. Hasta ahora, el proceso de elaboración del plan maestro se ha hecho en colaboración con todos los agentes sociales (empresas, trabajadores, comunidad y gobierno). Esta cooperación deberá extenderse a la aplicación práctica. La Agencia de Reforma Agraria también necesitará el apoyo del sector privado, especialmente cuando se haya establecido y comience a funcionar.
Podría obstaculizar los esfuerzos de despliegue del plan maestro y supone un riesgo para las empresas agrícolas, la agricultura en general y otros sectores de la economía. Lo mismo ocurre con las infraestructuras logísticas, sobre todo el ferrocarril, que están siendo atacadas, lo que pone en peligro a los sectores orientados a la exportación, como la agricultura.