¿Cuál es la obra de arte más perfecta?

Pinturas más famosas por países

La pintura es un medio antiguo e incluso con la introducción de la fotografía, el cine y la tecnología digital, ha seguido siendo un modo de expresión persistente. Se han pintado tantos cuadros a lo largo de decenas de milenios que sólo un porcentaje relativamente pequeño de ellos podría considerarse como “clásicos intemporales” que se han hecho familiares al público, y no por casualidad producidos por algunos de los artistas más famosos de todos los tiempos.

Esto deja abierta la cuestión de qué mezcla de talento, genio y circunstancias lleva a la creación de una obra maestra. Quizá la respuesta más sencilla sea que uno reconoce una cuando la ve, ya sea en uno de los muchos museos de Nueva York (el Metropolitan, el Guggenheim, el MoMA y otros) o en instituciones de otras partes del mundo.

Fotografía: Cortesía de CC/Flickr/Nat507AdvertisingFotografía: Cortesía CC/Flickr/Wally Gobetz3.  Vincent van Gogh, La noche estrellada, 1889El cuadro más popular de Vincent Van Gogh, La noche estrellada, fue creado por Van Gogh en el manicomio de Saint-Rémy, donde se había internado en 1889. De hecho, La noche estrellada parece reflejar su turbulento estado de ánimo en ese momento, ya que el cielo nocturno cobra vida con remolinos y orbes de marcas de pincel aplicadas frenéticamente que surgen del yin y el yang de sus demonios personales y del asombro por la naturaleza.

Cuadros más famosos

Una de las obras de arte contemporáneo más famosas del mundo es la obra del artista Andy Warhol, Las latas de sopa Campbell. Símbolo del movimiento Pop Art, la obra ilustra la cultura consumista y los medios de comunicación de masas en la sociedad estadounidense. Además, el estilo característico de Warhol es visible en su obra. A través de la repetición del objeto representado, el artista refleja su crítica a la sociedad consumista y su interminable ciclo de producción y consumo.

Con una altura de 30 metros y en forma de araña, Maman es una obra escultórica icónica de Louise Bourgeois. Existen varias versiones de la pieza, creadas con diversos materiales. Realizada para una exposición en la Tate Modern, rinde homenaje a la madre de Bourgeois, que murió repentinamente cuando la artista tenía sólo 21 años.

Creada en el momento álgido de la carrera de Jackson Pollock, Ritmo de otoño es un ejemplo perfecto de la técnica de la pintura por goteo. Esta técnica, propia de Pollock, le hizo famoso por su originalidad. Para crear sus obras, Pollock se ponía de pie sobre su lienzo y goteaba pintura diluida sobre él, dejándola caer de forma natural. Goteaba, salpicaba, raspaba y vertía pintura sobre su lienzo. Para el artista, el movimiento y las propias pinturas impulsaban su arte. Este método único de pintar se considera la marca registrada del artista.

Pinturas que todo el mundo debería conocer

Milán es famosa por sus obras de arte, como por ejemplo La última cena de Leonardo da Vinci. Hay muchos adjetivos diferentes que se podrían utilizar para describir esta increíble obra de arte. Sin embargo, como no hay dos obras de arte iguales, encontrar el adjetivo exacto puede ser difícil. Teniendo esto en cuenta, el equipo de la escuela de inglés Scrambled Eggs ha elaborado una lista de adjetivos útiles para describir el arte.

Si estás interesado en el arte moderno, quizás la siguiente palabra pueda serte útil. Podemos utilizar el adjetivo armonioso para describir una obra de arte bien equilibrada, en términos de colores, composición y/o estilo.

Los cuadros más significativos

“Somos una obra de arte de Dios creada en Cristo Jesús para vivir la buena vida como desde el principio Dios quiso que la viviéramos”. (Ef. 2: 10) Esta cita de Efesios revela la unión entre función y belleza en la vida humana. Como obra de arte de Dios, somos más bellos cuando somos más plenamente humanos; en otras palabras, cuando somos más parecidos a Cristo.

Muchas personas, que se consideran no artistas, tienden a sentirse intimidadas por el arte. El filósofo austriaco Ludwig Wittgenstein situó el arte en el ámbito de lo indecible, junto con la religión y la ética. Y aunque hay muchas cosas en el arte que trascienden o simplemente no tienen que ver con las palabras, uno sospecha que parte de la motivación de Wittgenstein era un temor -quizás incluso un miedo- al arte. Es demasiado sagrado como para acercarse a él; demasiado inefable como para asirlo con manos ásperas y humanas.

Por otra parte, si no ponemos la creatividad en un pedestal, podemos trivializarla. “La guitarra está bien, John, pero nunca te ganarás la vida con ella”, como le dijo una vez la tía Mimi de John Lennon. Pero él sabía que no es así, no es que vaya a ganarse la vida con ella, sino que tenía que hacerlo.

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