Arte célebre en Bolivia
El barroco latinoamericano continúa en el siglo XVIII cuando en Europa el barroco tardío (última etapa de este estilo) se desarrolló a finales del siglo XVII y principios del XVIII. Este es el caso del barroco mexicano que duró hasta el siglo XVIII, también en Perú, en Cusco.
La música barroca latinoamericana se caracteriza por el uso de tonalidades, el bajo continuo y la creación de formas musicales propias, como la sonata, el concierto y la ópera, junto con las formas influidas por la iglesia, como la misa o el réquiem. En todas ellas la improvisación tenía un importante espacio reservado, para servir de ornamentación a la pieza.
Arte en Bolivia
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El barroco novohispano, también conocido como barroco mexicano, se refiere al arte barroco en el Virreinato de Nueva España. Durante este período, los artistas de la Nueva España experimentaron con enfoques creativos expresivos, contrastantes y realistas, haciendo un arte que se volvió muy popular en la sociedad novohispana.
Una maqueta de la Catedral de Puebla representa la magnificencia arquitectónica de la Nueva España. Un libro de coro y un clavicordio del siglo XVIII ponen de manifiesto la importancia de la música para la sociedad colonial del periodo barroco en México.
En el ámbito de la pintura, el barroco novohispano contó con grandes artistas cuyas obras se encuentran en museos como el Museo del Virreinato en Tepotzotlán, el Museo del Carmen en San Ángel, el Museo de Santa Mónica en Puebla y la Catedral Metropolitana en la Ciudad de México.
Arte tradicional boliviano
Con la Biblia en una mano y una flauta en la otra, los misioneros jesuitas desempeñaron un papel único al traer no sólo el catolicismo romano a Sudamérica, sino también la música barroca.Y en los casi 250 años transcurridos desde que los jesuitas fueron expulsados de la región, parece que la tradición del barroco sigue floreciendo. El legado musical es tangible en la pequeña ciudad de San Ignacio de Moxos, situada en plena selva amazónica, donde el calor es sofocante, los caminos están embarrados y los mosquitos son enormes.
La única forma de llegar es por un camino que habría sido familiar para los jesuitas, que comenzaron a establecer sus misiones en partes de lo que hoy es Paraguay, Argentina, Brasil y Bolivia en el siglo XVII. Hoy, entre los niños sin zapatos que chupan mandarinas, hay jóvenes indígenas que llevan violines, violonchelos y flautas. Este lugar fue una de las últimas misiones de los jesuitas en Sudamérica, y el hogar de miles de personas de la zona. Además de la religión, los jesuitas también enseñaron la música europea y la fabricación de instrumentos, como el violonchelo, el arpa y el violín. Después de que los españoles expulsaran a los jesuitas en 1767, la población indígena conservó la música y reescribió las partituras con letras en su propia lengua.
Arte mestizo
La monumental Catedral Metropolitana domina la Plaza 25 de Mayo, la plaza central del casco antiguo de Sucre. Desde mediados del siglo XVI, fue el lugar de encuentro religioso más importante para los inmigrantes europeos de Sucre.Advertisement
La construcción de la Catedral de Sucre se inició en 1551, y su construcción, con todas las reformas y ampliaciones, duró más de un siglo y no se terminó hasta 1712. Por ello, en su fachada se pueden encontrar elementos tanto barrocos como renacentistas. Estos estilos arquitectónicos son típicos de las iglesias de esta época, ya que simbolizan la creciente colonización europea y, por tanto, la cristianización, que en aquella época se estaba produciendo en Sudamérica desde la Manzana de los Jesuitas en Córdoba, Argentina.
El imponente campanario de la catedral saluda a los visitantes desde lejos. Su reloj de torre fue fabricado en Londres en 1772. Las estatuas de los apóstoles y evangelistas se asoman a los balcones de la fachada barroca de piedra. El interior es luminoso y acogedor. El blanco y el dorado del estilo neoclásico, junto con los omnipresentes adornos de plata de Potosí en los candelabros y altares, confieren a la Catedral Metropolitana una atmósfera majestuosa.